Uno de los mayores expertos mundiales en Periodoncia e Implantes Dentales, el Dr. Jan Lindhe, ha llamado la atención sobre este creciente problema de salud en el marco del Congreso de periodoncia y salud bucal SEPA. CONGRESO SEPA 2019

Un implante dental requiere el mismo cuidado que un diente natural, por eso la prevención es vital para evitar infecciones que, en muchos casos, pueden poner en peligro el éxito de los implantes dentales y/o disminuir su “vida útil”.

En los últimos años se ha detectado un marcado incremento de casos de enfermedades periimplantarias (trastornos que surgen alrededor de los implantes dentales y que suelen tener un carácter infeccioso).

 “Se calcula que actualmente 1 de cada 5 portadores implantes dentales terminará desarrollando una enfermedad periimplantaria y, por tal motivo, acabarán por solicitar una nueva intervención”, indico el Dr. Lindhe, quien, como mensaje positivo, ha dicho que “el 90% de los implantes no se perderán si se siguen cuidados básicos”.

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Objetivo: preservar el diente natural

Uno de los mensajes defendidos es que los implantes dentales no deben ser considerados como un bien de consumo, sino como un dispositivo médico que, como tal, requiere cuidados y atención. Por eso, se requieren cuidados para prevenir infecciones y hacer un esfuerzo por mantenerlos en perfecto estado.

“El implante nunca debe ser la alternativa a un diente natural, solo en el caso de pérdida. Por esta razón se llevaría a cabo mayoritariamente por causas funcionales, y en menor medida por una cuestión estética, pero siempre por ausencia de un diente o cuando sea totalmente imposible conservar el diente natural”, aclara rotundamente el Dr. Jan Lindhe.

La regla del 2

Como otro consejo práctico, los expertos reunidos en este foro remarcan que antes de llevar a cabo un tratamiento con implantes dentales “la boca debe estar sana, no debe haber enfermedad de las encías”, indica el Dr. Adrián Guerrero, presidente de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA), quien ha recalcado que “una deficiente salud periodontal previa a la colocación de implantes dentales puede reducir la eficacia de este recurso terapéutico y acortar sustancialmente su vida media”.

Y es que, en palabras del experto sueco Jan Lindhe, “la periodontitis es el principal factor de riesgo para desarrollar perimplantitis”.

Tanto las enfermedades periodontales como periimplantarias pueden llegar a ser peligrosas para la salud bucodental (e incluso para la salud general), llegando a causar la caída de los dientes. Sin embargo, para evitar su aparición es tan sencillo como seguir la conocida como “Regla del Dos”:

– Utilizar habitualmente dos cepillos: uno convencional y otro interdental. El interdental es útil después del uso del convencional, ya que abarca una limpieza mayor en espacios estrechos y anchos
– Lavarse dos veces los dientes al día, como mínimo, ayudado de hilo dental.
– Realizar dos revisiones anuales en su consulta.

Las enfermedades periimplantarias son enfermedades inflamatorias que afectan a los tejidos blandos y duros alrededor del implante osteointegrado. Se producen como consecuencia de la respuesta del organismo a una infección bacteriana, de modo similar al que se produce en el caso de las enfermedades de las encías. En las mucositis no hay afectación de hueso, mientras que en las periimplantitis sí.

Actualmente se estima que la prevalencia de mucositis alcanza el 43% (es decir, prácticamente 1 de cada 2 implantes colocados terminan presentando esta enfermedad), mientras que la prevalencia de periimplantitis se sitúa en un 22%.

Fuente SEPA

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